Lydia Ramis Suñe

Nací en Barcelona, ​​pero me siento ciudadana del mundo. Periodista de la vieja escuela, siempre he creído en contar la realidad tal cual es, con honestidad y sin adornos. También he sido empresaria en el ámbito de la comunicación y de una de mis grandes pasiones: la gastronomía.

El trabajo me llevó a vivir en distintas ciudades y cada una me regaló vivencias y perspectivas que enriquecieron mi forma de entender la vida. Siempre comprometida con la verdad y la libertad.

Hoy estoy jubilada del trabajo, pero no de la vida. Sigo siendo una apasionada de los viajes, de la historia y de todo aquello que despierte nuevas sensaciones y aprendizajes. Todavía me queda mucho por descubrir…

Colaboro con Enlace Judío, donde disfruto especialmente con las entrevistas y los reportajes, dos disciplinas que considera el alma del periodismo.

Soy madre de un hijo y abuela de dos nietas maravillosas. He vivido muchas vidas en una sola,  conocí lo bueno y lo malo, hice locuras, pero siempre me mantuve fiel a mis convicciones, procurando no dejar a nadie en el camino. Como dijo Borges: “Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos. Solo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece” .

Y aquí estoy, para recordar y contar la memoria de mi padre… y sus espejos rotos.

Este blog es el lugar donde escribo y me encantaría que también fuera un punto de encuentro: entra, comenta y construyamos juntos un espacio de diálogo.

Gracias !

A todos en Nueva York, San Francisco, República Dominicana, Bélgica, Suiza, Argentina, Israel, Francia y España!